martes, 4 de marzo de 2014

Besos de amor verdadero (I)

Hola blogsito. Me provocó escribir una historia. Hacía tiempo que no lo hacía, así que nada asegura que esta sea buena, pero what the hell!

La puerta se cerró a sus espaldas, ella escuchó como su libertad quedó tras ésta, y los nervios se sintieron muy presentes en su estómago, haciéndola sentir mariposas, mientras aguardaba en silencio, en medio de la habitación. Los sonidos de los tacones que la rodeaban mientras el suave antifaz cubría sus ojos la hicieron notar que aquello estaba cada vez más cerca, y su labio inferior temblaba, mientras respiraba profundo para controlarse. Su cuello desnudo le recordó que aquello era solo una prueba, que ella podía detenerlo en cuanto quisiera, o seguir hasta el final y llevarse el premio que quería, y como si le hubiese hablado o como si tuviese la capacidad para ver a través del antifaz, el hermoso collar de cuero en un delicado color blanco con encajes rosados y la letra colgante con cristales incrustados colocado en el tocador apareció en su mente.

Sintió unos suaves, temblorosos y fríos dedos rozar suavemente su piel, haciendo que se le erizara, y haciéndola estremecerse casi imperceptiblemente trayéndola de nuevo a su consciencia excesiva, justo antes de sentir como las cuerdas comenzaban el suave roce contra la piel, justo debajo de sus pechos, y sonrió un poco, y sonrió más cuando escucho la suave, femenina y aniñada voz de su compañera decirle:

-Manos atrás...

No tuvo que pensarlo, solo las puso, y sentía la cuerda morder suavemente su piel, apretar su pecho, rozar su espalda, y ahora también, apresar sus muñecas y brazos, dejándola aún más expuesta que antes.

-Buena chica.

Esas palabras eran un muy buen incentivo para no salir huyendo. La voz tan dulce, tan de niña, tan amable, tan discordante con sus conocimientos sobre su acompañante, todo hacía un gran remolino en su mente, y sin notarlo, su cuerpo comenzaba a despertarse en el deseo hacia ella.

El contacto piel a piel cesó, se escucharon unos cuantos pasos más y de pronto, se hizo el silencio. Agudizó el oído intentando conseguir aunque fuera el más leve indicio de la presencia de su acompañante, pero no escuchó nada, y sus nervios se transformaron en un fugaz ataque de pánico al pensarse sola, pero el mismo no duró. Sintió el dulce aroma de la Dómina justo frente a si misma, antes de sentir las suaves manos tomándole el rostro para darle un dulce y profundo beso que hizo que el corazón le diera un vuelco y se estremeciera por completo ante la cálida, dulce y húmeda lengua, antes de que el beso terminase suavemente, dejándola con los labios entreabiertos, recuperando el aliento.

-Di "aaa"...- casi podía verla en su mente sonreír maliciosa mientras abría la boca.

-Aaaamph... ...!-algo le entró de lleno entre los dientes y sobre la lengua, logrando cortar el sonido y ahogar su voz por un momento. Una bola semidura, un tanto flexible que la tomó por sorpresa, mientras sentía como la joven ataba las cintas detrás de su cabeza, dándole suaves besos en la frente, tarareando infantilmente una canción.

Sabía que, en la realidad exacta aún podía frenar el juego si hubiese querido, pero aún más, sabía que no lo podría hacer pues estaba atrapada por la voz dulce, las caricias, la persona y sus besos. Besos de amor verdadero aunque nadie lo comprendiese.

-Continuará-